A muchas personas les preocupa un asunto: inventarse historias en la mente, historias que nunca han existido. ¿Es un trastorno psicológico o se trata simplemente de una forma inocua de pasar el tiempo? ¿Hay que preocuparse o es un inocente resultado de la imaginación desbocada?
¿Qué tipo de historias inventas?
El primer paso es deslindar el contenido de las historias que creamos. Por ejemplo, cuando después de una situación particularmente estresante recreamos en nuestra mente los mismos hechos pero esta vez con una salida positiva para nosotros es un fenómeno eminentemente catártico. Muchas veces en algunas situaciones sociales no somos capaces o no podemos expresarnos con total libertad, poner las cosas en su sitio.
No obstante, reprimir nuestras emociones y formas de expresarnos puede provocar cierta ansiedad o ira que necesita ser liberada, a veces lo hacemos a través de la recreación de los hechos donde nos inventamos nuevos guiones y desenlaces.
Cuando esta historia se desarrolla como una catarsis emocional, al terminar nos sentiremos liberados y podemos regresar a nuestra normalidad; si la historia viene una y otra vez a nuestra mente indica que tenemos un pensamiento rumiativo, somos víctima de ideas recurrentes que no podemos eliminar y que indican cierta rigidez de pensamiento de nuestra parte y dificultades para aceptar el curso y los cambios que implica la vida. En éste caso las historias inventadas indicarían cierto grado de desajuste emocional.
No obstante, la mayoría de las personas inventan historias de contenido amoroso, se imaginan cómo serían sus vidas con otra persona con la cual no sostienen ningún tipo de relación sentimental. Estas historias pueden ser desde un simple contenido imaginativo sin más trascendencia, característico de los adolescentes, que muchas veces, ante la falta de experiencias en este ámbito recrean situaciones y sus posibles respuestas. En este caso sería una forma de preparación mental ante lo poco conocido o simplemente la expresión del deseo de llegar a mantener una relación amorosa.
¿Cuándo inventarse historias entra en el terreno de lo patológico?
Sin embargo, también existe lo que se conoce como delirio erotomaniaco, que ya he explicado exhaustivamente en el libro Psicología Curiosa, donde la persona se enamora platónicamente. El que sufre el delirio erotomaniaco normalmente no busca el acercamiento físico ni intenta una declaración de amor sino que interpreta erróneamente todas las señales de la otra persona como si fueran signos de interés hacia sí mismo cuando realmente no es así. No obstante, se ve con más frecuencia en los ancianos o personas con cierto deterioro cognitivo o con depresión.
También las personas con esquizofrenia paranoide suelen inventarse historias muy bien estructuradas aunque su contenido generalmente está relacionado con persecuciones o delirios de grandeza pero en aquellas culturas donde aún predomina el machismo los contenidos pueden estar relacionados con historias de celos e inseguridad. No obstante, para diagnosticar una esquizofrenia paranoide es esencial que el paciente no tener crítica de la enfermedad, por lo cual, el hecho de preocuparse por las historias o reconocer que son producto de nuestra imaginación ya descarta de por sí un trastorno psicótico.
Entonces, ¿cuándo las historias inexistentes pueden considerarse como un trastorno?
Cuando causan molestia a la persona que las imagina y provoca un deterioro en algunas de sus áreas de actuación como por ejemplo, el hecho de imaginar historias con un supuesto amante conduce a que la persona paulatinamente se desvincule de las relaciones sociales y de la búsqueda de un compañero real. Además, cuando ocupan demasiado tiempo del día.
¿Por qué inventamos historias inexistentes?
En el caso de que inventar historias llegue a ser patológico pero sin llegar a un nivel psicótico, las causas son múltiples aunque las más comunes son aquellas donde prevalece una historia personal llena de miedos, rigidez y aislamiento social. En esencia la persona intenta suplir las carencias y privaciones de experiencias a las que ha estado sometida durante una buena parte de su vida. Sería un mecanismo para evadir la realidad y construirse un mundo en el cual se siente más a gusto.
No obstante, a veces inventarse historias es sinónimo de una imaginación fértil y pueden ser un fenómeno perfectamente normal en personas equilibradas. Los seres humanos somos capaces de unir la imaginación con la realidad y no siempre el resultado es negativo.
Lalo confundido dice
Hola, me pasa exactamente lo mismo, nunca había llegado a un punto donde realmente pienso y reflexiono sobre lo que estoy haciendo, pero por más que intento no inventarme o sentirme alguien que realmente no soy, no lo logro, realmente me doy miedo yo mismo, no solo soy una persona adicta a creerme el protagonista de una serie o algo así, también invento bastantes cosas a las personas cercanas y nose como dejar de hacerlo, me doy miedo yo mismo 🙁
A todos les miento, todos saben cosas de mi que ni si quiera se hacercan a la realidad.
Y eso me molesta bastante, no logro concentrarme, tengo la memoria a muy corto plazo y nose el problema, eso me asusta más.
Azeely dice
Con personas como mi ex o cercanos, y no me concentro en estudiar
AUDRYS dice
Hola , me imagino historias diferentes pero siempre con los mismos personajes y yo como la protagonista y como no soy en vida real estoy averiguando porque tengo miedo de que sea un problema ya que aunque no quiera siempre comienzo a imaginar historias.
espero que pueda ayudarme.
Mnauela dice
Hice la consulta y me salió este artículo. Tuve un problema familiar hace varios meses y todavía invento historias con muchos desenlaces y hoy me di cuenta que estoy sufriendo y que ya no es normal…
Rene dice
hola
a mi me pasa que imagino una historia donde soy el personaje
principal, lo que pasa es que siempre me pasa algo malo tal
como morirme de varias maneras diferentes,
quiero saber si esto es alg malo
Night dice
Me ha pasado lo mismo, aunque yo estoy tratando de seguir esa historía, y si, me siento algo triste por algunas cosas que me pasaron y trato de taparlo, con mentiras o algo más.
Te encierras en un mundo donde crees que tú lo hiciste todo, y es extraño y deprimente al darte cuenta de ese problema.
anónimo wey dice
Hola
Bueno la verdad es yo también imagino historias pss osea tengo 17 y desde pequeña lo hago y es algo que no puedo evitar, me pasa antes de dormir, mientras cocino, en todo lugar y momento. A veces creo una historia donde yo soy la prota pero soy distinta a como soy en «la vida real» otras recuerdo situaciones (aquí si suelo ser yo) y las cambio; por ejemplo, cambio el dialogo y el rumbo de la conversación
aveces eso me frustra por que era lo que quería decir y no dije
Otras pues con personas que conozco y ya no trato pero que extraño mucho, es algo así cm imaginarme lo que pasaría si l@ volviera a ver
También creo situaciones románticas …
Hace tiempo conocí a un chico no eramos nada pss solo amigos pero a mi me caía bien tratamos por varios meses pero yo decidí cortar trato porque la verdad no me sentía bien emocionalmente y psss por decirlo de alguna manera me desconecte de la vida social en general
Sin embargo no puedo dejar de crear situaciones que no pasaran con el lo extraño estaba pasando por un momento difícil y tratar con el me hacia bien
Tal vez solo era apego por soledad por que deje de tratar a mis viejas amistades y me mude a otro lado y no conozco a nadie
La cuestión esta en que esto en parte si afecta mi vida no me siento bien y quiero deshacerme de este malestar …
Usuario5 dice
Mi hija de 8 años padece epilepsia bajo situaciones de estrés puede convulsionar por lo general esta controlada con medicamentos pero desde el comienzo de este año la niña inventa historias traumaticas,sobre situaciones que le ocurren a ella como madre siempre decido creerle,pero siempre termino descubriendo que es mentira , porque lo hace, acaso alucina, ya que su forma de narrar es muy real,ayuda por favor
Jennifer Delgado dice
Hola,
Te recomiendo acudas a un psicólogo para que explore con mayor profundidad qué le ocurre. Podrían ser muchas cosas, incluso un intento de llamar la atención o simplemente una imaginación desbocada.